A mí me dicen palacio o castillo o casa señorial en Provenza y lo que se me viene a la cabeza es justo lo que verás en estas fotografías del Chateau de Moissac. Art de vivre en estado puro. Vamos, que no le pongo ciprés ni le quito olivo. Una casa con todos esos detalles que tengo en mi cabeza: suelos de gres y piedra desgastados por uso, ventanas enormes con vistas a un paisaje de suaves colinas, enormes arañas antiguas rebosantes de caireles a juego con apliques, despampanantes escaleras de piedras, chimeneas, candeleros y candelabros para aburrir y un aire entre decadente y encantador que solo el auténtico paso del tiempo y justo ahí es capaz de proveer. Luego, claro está el jardín. Dicen en su web que están disponibles para eventos, shootings y todo tipo de fiestas y fiestones que se te puedan ocurrir. No, no es un hotel pero se lo perdonamos todo.
Fotos: Chateau de Moissac