Sinceramente, a mí me dicen restaurante en el corazón de Sevilla y en lo último que pienso es en paredes y suelos de cemento pulido, sillas de aires setenteros de tubos de acero y terciopelo en tonos pastel, metal y líneas depuradas. Y sin embargo justo así es el sevillano Casa Plata, uno de esos locales “reversibles” que de día sirven comidas y cuando el sol se va se transforman en locales de copas con mucho sabor. Lo encontrarás en la Calle Amor de Dios, 7. ¡Ah, y por supuesto me encanta! Más info en los enlaces del final.
Fotos: Juan Delgado. Interiorismo: Lucas y Hernández Gil