Poco puedo decirte de este piso romano de ambiciones minimalistas y encanto desbordante más allá que está situado en un edificio de 1920 en Roma y que la reforma completa que incluyó la redistribución interior de espacios ha conseguido transformar este dúplex en un hogar para una pareja joven amante del buen diseño y papás de un niño pequeño. Ya solo la cocina es un grito al diseño italiano de calidad, una cocina que se abre (y se cierra) al comedor a través de ese gran arco con puertas ocultas y que juega con la forma de los ventanales blancos. En fin, diseño de autor en continente y contenido.

Fotos: Alberto Strada. Interiorismo: Quincoces Dragò

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